Terapéutica “Antiage” neurosensorial

El envejecimiento es un hecho inexorable, pero no es sinónimo de enfermedad.

Con un diagnóstico temprano y una terapéutica anti-envejecimiento o -Anti age- podemos evitar la incapacidad y la minusvalía, es decir prolongar y mejorar la calidad de vida.

En el año 1876 la vida media era de 29 años para las mujeres y 24 años para los varones.

En Alemania en el año 1870 solamente el 5% de la población alcanzaba los 65 años de edad, hoy pertenece a este grupo el 13% de la población. El número de personas que sobrepasan los 75 años representan el 10% de la población.

La mejor calidad de vida, las dietas y el desarrollo de la medicina preventiva hacen posible que la esperanza de vida pueda alcanzar término medio los 85 años.

La población de la tercera edad aumentará y en el tercer milenio habrá un número importante de personas centenarias.

La salud no es solamente privilegio de las generaciones jóvenes, sino también de los adultos y ancianos.

Recientes estudios de gerontología experimental y clínica nos demuestran que por causas genéticas o medio ambientales, ciertas personas tienen un envejecimiento prematuro en algunos de sus sistemas fisiológicos.

Esto hace aconsejable la realización de ciertos estudios para valorar los parámetros fisiológicos y bioquímicos cuya alteración excesiva, al envejecer, se asocia no solo con una mayor predisposición a contraer ciertas enfermedades, sino también con pérdida de la salud en general y con una menor expectativa de longevidad y calidad de vida.

El envejecimiento neurosensorial comienza a partir de los 40 años de edad, el primer acto de conciencia lo tomamos con la necesidad inminente de utilizar anteojos para leer - presbicia-.

Junto con la disminución de la agudeza visual, aparecen pérdidas leves de la audición en los tonos muy agudos, -presbiacusia-. Lentamente notamos cierta inseguridad o temor en realizar algunos movimientos -presbiataxia-. Ese deterioro lento de nuestros órganos sensoriales es un reflejo de nuestro envejecimiento cerebral por efecto de la edad.

Es que en nuestro cerebro con el transcurrir de los años se producen modificaciones sutiles que afectan a su morfología bioquímica.

El diagnóstico y tratamiento precoz de ese declinar neurobiológico normal, nos permite compensar las involuciones que se producen en el cerebro, como:

  • La disminución de la relación ARN/ADN (ácido ribonucleico/ ácido desoxiribonucleico) con formación de productos tóxicos y cambios en los neurotransmisores.
  • La disminución de la memoria y de la concentración -capacidades cognitivas-, por un déficit del sistema colinérgico.
  • Las alteraciones de la dopamina, que puede llevar a la Enfermedad de Parkinson
  • La atrofia cerebral que puede terminar en la Enfermedad de Alzheimer.

Esta enfermedad se observa con una frecuencia de entre el 3 y el 10% en personas mayores de 65 años. Es una epidemia que se aproxima, llegando a ser el tercer problema de salud en los países desarrollados.

Paralelo a las modificaciones de la expectativa de vida se han desarrollado en los últimos años métodos especiales de diagnóstico precoz y tratamiento de las enfermedades que puedan afectar los órganos de los sentidos, –afecciones neurosensoriales– y al cerebro.

El desarrollo de la computación y de la electrónica aplicada a la medicina, ha introducido métodos de diagnóstico no invasivos para el control y monitoreo de las funciones neuronales.

Los resultados de los Bancos de Datos alemanes y nuestro Banco de Datos de "Neurofisiología Otooftalmológica" señalan que más del 50% de la población padece a partir de los 40 años variaciones circulatorias cerebrales, las cuales originan en la mayoría de los casos los primeros cambios en la bioquímica del envejecimiento cerebral.

La medicina “Anti-age Neurosensorial” enfoca en forma selectiva estas variaciones, realizando estudios de la dinámica circulatoria cerebral y de la actividad eléctrica del cerebro.

Métodos incruentos y no invasivos nos permiten estudiar en forma exhaustiva cada una de las arterias intracraneales. Se puede medir dinámicamente las variaciones del flujo vascular, y aplicando diferentes métodos de computación, evaluar importantes parámetros circulatorios cerebrales como: velocidad, flujo y dirección de la corriente sanguínea, resistencia periférica y grados de estenosis (oclusión) de las diferentes arterias intracerebrales.

Equipo de Ecodoppler

Equipo de Ecodoppler utlizado para estudio de la dinámica circulatoria cerebral

Los cambios bioquímicos neuronales que acompañan al deterioro cerebral se traducen en variaciones de la actividad eléctrica de la neurona. Estos cambios bioeléctricos neuronales o cambios de tonismo, pueden ser medidos tempranamente por métodos no invasivos e incruentos.

Estos métodos nos permiten investigar los eventos funcionales transitorios, como la activación sensorial cerebral, el reconocimiento del proceso cognitivo y de estados sicoemocionales (atención, toma de decisiones, stress, memoria, etc.)

De acuerdo a los resultados obtenidos en los examenes funcionales, el tratamiento "anti-age neurosensorial" debe instaurarse en cuatro direcciones.

terapeutica, grafico

Mejorando:

  • la circulación cerebral
  • el transporte activo de sustancias a través de la barrera hematoencefálica (arteria/cerebro).
  • el metabolismo neuronal
  • la actividad de los principales neurotransmisores.